Educar. Arte, ciencia y paciencia.

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miércoles, 9 de septiembre de 2015

PARA BEBER EN LA FUENTE DE LA NOTICIA



Carta Apostólica del Santo Padre Francisco
Motu proprio Mitis Iudex Dominus Iesus
Sobre la reforma del proceso canónico para las causas de declaración de nulidad del matrimonio en el Código de Derecho Canónico
Roma, 8 de septiembre de 2015

El Señor Jesús, Juez clemente, Pastor de nuestras almas, confió al Apóstol Pedro y a sus Sucesores el poder de las llaves para realizar en la Iglesia la obra de justicia y verdad; esta suprema y universal potestad, de atar y desatar aquí en la tierra, afirma, corrobora y reivindica la de los Pastore de las Iglesias particulares, por fuerza de la cual tienen el sagrado derecho y ante el Señor el deber de juzgar a sus propios súbditos[1].

En el curso de los siglos, la Iglesia en materia matrimonial, adquiriendo conciencia más clara de las palabras de Cristo, ha entendido y expuesto más en profundidad la doctrina de la indisolubilidad del sagrado vínculo conyugal, ha elaborado el sistema de las nulidades del consentimiento matrimonial y ha ordenado más adecuadamen­te el proceso judicial, de modo que la disciplina eclesiástica fuese siempre más co­herente con la verdad de fe profesada.

Todo esto se ha hecho siempre teniendo como en cuenta la ley suprema de la salus animarum[2], ya que la Iglesia, como sabiamente enseñó el Beato Pablo VI, es un desig­nio divino de la Trinidad, por lo que todas sus instituciones, aunque siempre perfectibles, deben tender al fin de comunicar la gracia divina y favorecer conti­nuamente, según los dones y la misión de cada uno, el bien de los fieles, en cuanto fin esencial de la Iglesia[3].

Consciente de esto, he establecido reformar los procesos de nulidad matrimonial, para cuyo fin constituí un Grupo de personas eminentes por su doctrina jurídica, prudencia pastoral y experiencia forense, que, bajo la guía del Excelentísimo Deca­no de la Rota Romana, preparasen un proyecto de reforma, quedando siempre firme el principio de la indisolubilidad del vínculo matrimonial. Trabajando diligen­temente, este Coetus ha presentado un esquema de reforma que, sometido a medita­da consideración, con el auxilio de otros expertos, es ahora publicado en este Motu proprio.

Es la preocupación de la salus animarum, la que —hoy como ayer— sigue siendo el fin supremo de las instituciones, leyes y derecho, la que lleva al Obispo de Roma a ofrecer a los Obispos este documento de reforma, en cuanto comparten con él la tarea de la Iglesia, es decir, tutelar la unidad de la fe y la disciplina respecto al ma­trimonio, núcleo y origen de la familia cristiana. Alimenta este deseo de reforma el enorme número de fieles que, deseando tranquilizar su conciencia, frecuentemente se ven desviados por las estructuras jurídicas de la Iglesia a causa de la distancia física o moral; la caridad y la misericordia exigen, pues, que la misma Iglesia como madre se haga cercana a los hijos que se consideran separados.

En ese sentido fueron también los votos de la mayoría de mis Hermanos en el Epis­copado, reunidos en el reciente Sínodo extraordinario, que solicitó procesos más rápidos y accesibles[4]. En total sintonía con dichos deseos, con este Motu proprio he decidido dar disposiciones que favorezcan no la nulidad de los matrimonios, sino la celeridad de los procesos y una justa simplicidad, para que, con motivo de una re­trasada sentencia del juicio, el corazón de los fieles que esperan la aclaración de su estado no sea largamente oprimido por las tinieblas de la duda.

En todo caso, ya he hecho, siguiendo los pasos de mis Predecesores, lo que querían: que las causas de nulidad matrimonial fuesen tratadas por vía judicial, y no admi­nistrativa, no porque lo imponga la naturaleza de las cosas, sino más bien porque lo exige la necesidad de tutelar al máximo la verdad del sagrado vínculo: y eso está exactamente asegurado por las garantías del orden judicial.

Se señalan algunos criterios fundamentales que han guiado la tarea de reforma.

I. Una sola sentencia a favor de la nulidad ejecutiva. Ha parecido oportuno, ante todo, que no sea precisa una doble decisión conforme a favor de la nulidad del matrimo­nio, para que las partes sean admitidas a nuevas nupcias canónicas, sino que sea suficiente la certeza moral lograda por el primer juez a norma del derecho.

II. El juez único bajo la responsabilidad del Obispo. La constitución del juez único, siempre clérigo, en primera instancia se deja a la responsabilidad del Obispo, que en el ejercicio pastoral de su potestad judicial deberá asegurar que no se caiga en ningún laxismo.

III. El mismo Obispo es juez. Para que sea finalmente llevada a la práctica la ense­ñanza del Concilio Vaticano II en un ámbito de gran importancia, se ha establecido hacer evidente que el Obispo mismo en su Iglesia, de la que está constituido pastor y cabeza, es por eso mismo juez entre los fieles a él confiados. Se esperas, por tanto, que en las grandes como en las pequeñas diócesis el mismo Obispo ofrezca una se­ñal de la conversión de las estructuras eclesiásticas[5], y no deje completamente delega­da a los oficiales de la curia la función judicial en materia matrimonial. Esto vale especialmente para el proceso más breve, que se establece para resolver los casos de nulidad más evidente.

IV. El proceso más breve. Además de hacer más ágil el proceso matrimonial, se ha diseñado una forma de proceso más breve —con el documental actualmente vigen­te—, para aplicar en los casos donde la nulidad del matrimonio es sostenida por argumentos particularmente evidentes. No se me escapa, sin embargo, lo mucho que un juicio abreviado puede poner en riesgo el principio de la indisolubilidad del matrimonio; precisamente por eso he querido que en dicho proceso sea constituido juez el mismo Obispo, que por su oficio pastoral es, con Pedro, el mayor garante de la unidad católica en la fe y en la disciplina.

V. La apelación a la Sede Metropolitana. Conviene que se recupere la apelación a la Sede del Metropolita, ya que dicho oficio de cabeza de la provincia eclesiástica, estable en los siglos, es un signo distintivo de la sinodalidad en la Iglesia.

VI. La tarea propia de las Conferencias Episcopales. Las Conferencias Episcopales, que deben sobre todo moverse por el ansia apostólica de llegar a los fieles dispersos, adviertan fuertemente el deber de compartir la mencionada conversión, y respeten absolutamente el derecho de los Obispos de organizar la potestad judicial en su propia Iglesia particular. Porque restaurar la cercanía entre el juez y los fieles no tendrá éxito si de las Conferencias no llega a cada Obispo el estímulo y a la vez la ayuda para poner en práctica la reforma del proceso matrimonial. Junto a la proxi­midad del juez, procuren en cuanto sea posible las Conferencias Episcopales, salva la justa y digna retribución de los agentes de los tribunales, que se asegure la gratui­dad de los procedimientos, porque la Iglesia, mostrándose a los fieles madre gene­rosa, en una materia tan estrechamente vinculada a la salus animarum, manifieste el amor gratuito de Cristo, por quien todos hemos sido salvados.

VII. – La apelación a la Sede Apostólica. Conviene también que se mantenga la ape­lación al Tribunal ordinario de la Sede Apostólica, o sea, la Rota Romana, en el respeto de un antiquísimo principio jurídico, de modo que venga reforzado el vínculo entre la Sede de Pedro y las Iglesias particulares, pero procurando, en la disciplina de dicha apelación, contener cualquier abuso del derecho, para que no reciba ningún daño la salus animarum. La ley propia de la Rota Romana será ade­cuada cuanto antes a las reglas del proceso reformado, en lo que sea necesario.

VIII. Previsiones para las Iglesias Orientales. Teniendo en cuenta, finalmente, el pe­culiar ordenamiento eclesial y disciplinar de las Iglesias Oriental, he decidido ema­nar separadamente, en esta misma fecha, las normas para reformar la disciplina de los procesos matrimoniales en el Código de los Cánones de las Iglesias Orientales.



[1] Cfr. Lumen Gentium, 27.
[2] Cfr. CIC, can. 1752.
[3] Cfr. Beato Pablo VI, Alocución al II Convenio Internacional de Derecho Canónico, 17-IX-1973.
[4] Cfr. Relatio Synodi, n. 48.
[5] Cfr. Francisco, Evangelii gaudium, 27.


viernes, 19 de junio de 2015

CHESTERTON: ALGUNAS PINCELADAS SOBRE EL MATRIMONIO



CHESTERTON: ALGUNAS PINCELADAS SOBRE EL MATRIMONIO

* En la práctica, el matrimonio solo funciona sobre la idea básica de la permanencia. Es la conclusión de  toda la humanidad, y todo el sentido común está de su parte.

*El primer deber de un hombre enamorado es comportarse como un idiota.

*La rebelión contra los compromisos abarca, por supuesto, al compromiso matrimonial. Es divertido escuchar a quienes se oponen al matrimonio  porque creen que el compromiso es un yugo impuesto a la humanidad por el diablo,  cuando, en realidad, es un yugo que quienes se aman se imponen a sí mismos. 

* (Tomados de Ciudadano CHESTERTON. Una antropología escandalosa
 José R. Ayllón. Palabras.)

lunes, 13 de abril de 2015

EN EL MATRIMONIO, COMENZAR ES DE TODOS.



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N EL MATRIMONIO, COMEN­ZAR ES DE TODOS. PERSEVE­RAR... DE ENAMORADOS.

QUÉ EJEMPLO PARA NUESTROS HIJOS:
BODAS DE PLATA, BODAS DE ORO,
BODAS DE PLATINO...

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DESGRACIADAMENTE, CONFUNDIMOS lo normal con lo corriente. Lo normal es que un matrimonio perdure en el tiempo y que la fidelidad y el amor sea la tónica que asegure su estabilidad. Sin embargo, hoy día es corriente —y los medios de comunicación se encargan de airearlo— las rupturas matrimoniales y la falta de fidelidad.

            El ambiente —no podemos negarlo— está cargado, de ahí la importancia de nuestro ejemplo. No podemos olvidar que las mayorías generan grupos de opinión, pero no la verdad.
            Si nuestros hijos maman desde pequeños un ambiente de cariño y de esfuerzo —no exento de dificultades— por vivir nuestro matrimonio, no tendrán miedo a seguir nuestros pasos.



miércoles, 1 de abril de 2015

DONDE NO HAY AMOR PON AMOR



«D
ONDE NO HAY AMOR, PON AMOR Y SACARÁS AMOR». (San Juan de la Cruz).

PRUEBA, QUE ESTO NO FALLA.

Ï

EL AMOR ES LO ÚNICO que nos puede hacer reflexionar y, por lo tanto, cambiar de actitud.

            Eso de "poner la otra mejilla" es lo único que puede dar lugar a un cambio en la persona que continuamente utiliza las malas formas. Si esa persona tiene capacidad de reflexión, se preguntará: ¡Con lo que le estoy haciendo pasar! ¡Y me sigue queriendo! ¡Soy un canalla o una canalla!

            En el fondo, nos necesitamos. Hay un refrán muy conocido que dice: «Las cosas se valoran cuando se pierden». Sería muy penoso tener que vivir en propia carne esa experiencia y haber tirado por la borda años y años de felicidad.
                        «Lo que se necesita para conseguir la felicidad no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado». (San Josemaría Escrivá).



domingo, 8 de marzo de 2015

CUÁNTO SE APRENDE, CÓMO MADURAMOS CON LOS PROBLEMAS Y DIFICULTADES.


Cuánto se aprende, cómo madura­mos con los problemas y dificultades. El que sabe sufrir no pierde la calma.

         El tiempo da la experiencia, el sufrimiento la maduración; la experiencia ayuda a tomar decisiones, la maduración a aceptar las consecuencias.

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         Al igual que el ejercicio físico desarrolla la masa muscular, las dificultades y los problemas ayudan a poner las cosas en su sitio y a darles la importancia que verdaderamente tienen.

         Cuando uno sale de una enfermedad grave en la que le ha visto las orejas al lobo, las cosas se ven desde otra perspectiva: en la vida hay tres o cuatro cosas importantes, y todo lo demás es superfluo y efímero.
         No podemos dejar pasar esas dificultades o cruces sin sacarles el máximo provecho, sabiendo ver la mano de Dios en todas y cada una de ellas. C. S. Lewis en su libro  El problema del dolor, explica que Dios se hace el encontradizo con el hombre:

Dios nos susurra en nuestros placeres, nos habla en nuestra conciencia, pero nos grita en nuestros dolores: es su megáfono para despertar a un mundo sordo.

         Con referencia al tema de las que se suelen llamar coloquialmente cruces, me viene a la cabeza una historia que leí hace tiempo.

Un hombre se quejaba continuamente de su cruz. Un día se le apareció un ángel y le dio la posibilidad de cambiarla por otra. Lo llevó a una gran estancia donde había innumerables  cruces. Todo fue llegar y soltar su propia cruz, que tanto le pesaba y empezar a probar todas, una tras otra.
–Mira, ésta parece liviana pero… se me resbala y me duele.
–Ésta es ligera pero… tiene muchas aristas y se me clava en el hombro. 
Así pasó un buen rato, hasta que por fin le dijo al ángel que pacientemente le observaba:
–Vaya, ¡ésta, ésta es la mía!
El ángel sonriendo le dijo:
–Pero hombre... Si ésa es la misma que tú traí­as.

No te quepa la menor duda de que Dios no permite cruces que superen nuestras fuerzas. Las que realmente no podemos llevar son las que tontamente nos inventamos nosotros mismos.


AMOR DE MADRE


AMOR DE MADRE.

Me gustaría detenerme un momento y reflexionar sobre el modo diferente de amar a los hijos que tienen el padre y la madre.

Para poder preparar un plato de filetes con huevos fritos intervienen el cerdo y la gallina. La gallina  colabora poniendo los huevos y el cerdo se implica perdiendo su vida. Guardando las distancias –que evidentemente son grandes–, para que venga un hijo a este mundo de forma natural hacen falta un hombre y una mujer. Y como bien sabemos el papel que juegan el hombre y la mujer son cualitativamente diferentes. El hombre –al igual que la gallina–, colabora. Pero es la mujer la que se implica, y presta a ese nuevo ser su cuerpo y todo lo que de ello se deriva, creando entre ambos unos lazos biológicos y sentimentales que duran toda la vida y que comienzan en el momento mismo de la concepción. Por eso el amor de una madre no tiene parangón. Esto no quiere decir que el amor del padre sea un amor de segunda fila, pero no cabe duda de que, queramos o no queramos, esos nueve meses marcan: la madre siente, el padre observa; la madre percibe, el padre sueña; la madre alimenta, el padre sustenta; la madre sufre, el padre consuela.

P.D.: En agradecimiento a mi hija María de los Ángeles que en breve me hará abuelo por cuarta vez.



jueves, 5 de febrero de 2015

MADURAR PARA SER FELIZ




MADURAR PARA SER FELIZ. CUANTO ANTES SE PIERDAN LOS MIEDOS Y TEMORES, MEJOR. CUANTO ANTES TENGAN CONFIANZA EN SÍ MISMOS, MEJOR. CUANTO ANTES DOMINEN LAS SITUACIONES, MEJOR.


miércoles, 4 de febrero de 2015

EXAMEN PARA APROBAR LA ASIGNATURA DE ESPOSA




EXAMEN PARA APROBAR LA ASIGNATURA DE ESPOSA

NOTABLE

Las que saben cuándo hay que callarse. POR PEDAGOGAS.

SUSPENSO

Las que no se dejan ayudar en los quehaceres del hogar porque no lo hacen "tan bien como ella". POR TONTAS.

SUSPENSO

Las que se cuelgan a la vez el bolso, la bolsa de la compra y el maletín del trabajo. POR NO SABER REPARTIR LAS LABORES.

SOBRESALIENTE

Las que en vez darle al marido un "pez", le enseñan a "pescar". POR INTELIGENTES

SUSPENSO

Las que repiten con frecuencia: "¡Hijo¡ Tienes tan mal carácter como tu padre". POR GRUÑONAS.

SOBRESALIENTE

Las mujeres compuestas "porque sacan al hombre de otra puerta". POR ESPABILADAS

SUSPENSO

Las que descargan los malos humores en la persona que más les quiere, su marido. POR METEPATAS.

PREMIO EXTRAORDINARIO

Las madres que entienden que lo más importante de la vida es Dios, el marido y los hijos. POR PIADOSAS

 SOBRESALIENTE

Las que descubren que su suegra es también la madre de su marido. POR SENSATAS.


¿NOTA MEDIA?


lunes, 2 de febrero de 2015

EXAMEN PARA APROBAR LA ASIGNATURA DE ESPOSO



EXAMEN PARA APROBAR LA ASIGNATURA DE ESPOSO

SOBRESALIENTE

            Los que saben planchar unos pantalones sin sacarles más de dos rayas. POR HABILIDOSOS.

SUSPENSO

Los que creen que su trabajo comienza a las ocho de la mañana y termina a las tres de la tarde. POR ENTERADOS.

NOTABLE

            Los que no "cuelgan la guitarra en la puerta" al llegar a casa. POR ALEGRES.

SUSPENSO

Los que no prestan atención a lo que le dice su mujer. POR DESPISTADOS.

SUSPENSO

Los que piensan que la casa esta limpia porque ellos no la ensucian. POR INGENUOS.

PREMIO EXTRAORDINARIO

Los que tiran la bolsa de la basura sin que nadie se lo diga. POR DILIGENTES.

SUSPENSO

Los que repiten con frecuencia: "¡Hijo¡ Tienes tan mal carácter como tu madre". POR ANTIPÁTICOS.

PREMIO EXTRAORDINARIO

Los padres que entienden que lo más importante de la vida es Dios, la mujer y los hijos. POR PIADOSOS.

SUSPENSO

Los que olvidan que el lugar menos indicado para descargar los malos humores es el hogar. POR METEPATAS.

SUSPENSO

            Los que sólo llevan dinero a su casa, olvidando que lo que la mujer y sus hijos quieren, es además, cariño. POR ENGREÍDOS.


jueves, 29 de enero de 2015

DIÁLOGO


D
IÁLOGO, ES DECIR, TENER METAS EN COMÚN, PLANES PARA EL FUTURO QUE MEJOREN EL PRESENTE.

LA JUVENTUD DEL MATRIMONIO
ESTÁ EN LOS PLANES

Ï

LA COMUNICACIÓN EN EL MATRIMONIO es fundamental. Se puede ir perdiendo con el tiempo hasta llegar a un distanciamiento que disminuye la calidad de nuestras relaciones.

            Para que haya dialogo tiene que haber comunicación, es decir, un emisor, un mensaje y un receptor; si falla uno de estos tres elementos, la comunicación se hace muy difícil.

            El emisor habla con la intención de enviar un mensaje al receptor, que debe ser lo más sincero y llano posible, para que se entienda claramente, cosa difícil dada la complejidad de la mente y la psicología humanas. No obstante si el mensaje es atrayente, la atención y el interés están asegurados, dando lugar al diálogo.

            He ahí la importancia de tener planes y metas en común para que sea necesario conversar abiertamente y afrontar con éxito los mismos objetivos. En definitiva, tirar del carro en una misma dirección.


sábado, 17 de enero de 2015

SIEMPRE SE HA DICHO QUE EL HOMBRE ES EL CABEZA DE FAMILIA




Siempre se ha dicho que el hombre es el cabeza de familia; sin embargo,  en mi casa es mi mujer "la que lo lleva todo en la cabeza":
-Hoy hace cinco años que Guillermo se partió el brazo.
-Si vas a bajar, no se te olvide tirar las botellas de plástico que hay detrás de la puerta.
Pero lo que más miedo me da es cuando me llama con voz inquisidora:
-Rafa –y ya sé que he hecho algo mal-: ¿Tú has tocado en el tercer cajón de la mesa de la cocina?
La respuesta tiene que ser:
- ¿Por qué?
(Para que me de tiempo a buscar una justificación al desaguisado).
- Es que falta el tubo de pegamento.
-No te preocupes, lo estoy utilizando.
   (Dónde habré puesto el tubo de pegamento). 


sábado, 10 de enero de 2015

NO ESPERAR QUE LLEGUEN VUESTROS MARIDOS A CASA



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O ESPERAR QUE LLEGUEN VUESTROS MARIDOS A CASA PARA DESCARGAR EN ÉL LA PROBLEMÁTICA ACUMULADA DURANTE EL DÍA.

EL CANSANCIO ES LA DINAMITA Y EL MAL HUMOR ES LA MECHA: NO OS PREOCUPÉIS, QUE EL DIABLO SE ENCARGARÁ DE ENCENDERLA.

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ANTES DE PLANTEAR UN PROBLEMA al otro, uno se tendría que hacer la siguiente pregunta: ¿Es el momento oportuno? ¿Mi marido —o mi mujer— está en condiciones físicas y mentales para entablar una conversación sobre un tema conflictivo?

            Hay personas que tienen el don de la inoportunidad, y plantea asuntos espinosos en esos momentos que originan salidas de tonos o acaban en decisiones poco reflexivas.

            Como el cansancio y las mil preocupaciones de cada día hacen que el buen humor pueda estar bajo mínimos, lo lógico sería decir algo así como:

            —¿Te parece bien que hablemos de eso? Tenemos que ir viendo qué hacemos.