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AY QUE VER LA PESTE QUE TRAES A VINO.
—¿Y A CEMENTO, NO HUELO?
VER LA PARTE POSITIVA DE LAS
ACTUACIONES DEL OTRO.
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EL REFRANERO POPULAR DICE que el amor es ciego. Cuando se quiere a una persona, uno pasa por alto los defectos, que quedan ensombrecidos por las virtudes. ¿Quién no ha oído a esa abuela que ante un defecto visible de su nieto antepone una característica positiva:
—Es muy travieso, pero… ¡¡tiene una simpatía!!
Le comentaba un afamado concertista a su esposa horas antes de su actuación:
—Cariño esta noche sólo tocaré para ti.
A lo que le respondió su esposa:
—¿Pero tan pocas personas vendrán al concierto?
Es evidente que ser positivos ayuda a dar un enfoque optimista a nuestros problemas; por el contrario, la persona negativa ensombrece todo lo que toca. Dice Rabindranath Tagore: «Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas».
El buen humor es otro factor importante a la hora de quitar hierro a un desliz. Es muy sano saber disculparse y tener cintura para aceptar con una sonrisa las consecuencias que se derivan de una actuación inadecuada: —Perdona, cariño, pero me estoy haciendo mayor y no aguanto ni quinientas bromas seguidas.
Una esposa, cansada de la mala memoria de su marido, cuenta:
—Mi marido se olvidó de nuestro segundo y tercer aniversario. En esas dos ocasiones me puse a llorar y me amurré. Al cuarto año me dije a mí misma que no podía permitir que una fecha tan bonita se convirtiera en motivo de pelea. Decidí enfrentar el tema con humor: lo esperé sentada en el sofá vestida de novia, con nuestros dos hijos vestidos de pajes. Después de poner cara de terror porque se acordó que de nuevo se le había olvidado, nos reímos mucho juntos.
Esta actuación desarma al contrario, y lo que podría haber sido motivo de discusión se convierte en un momento de risa compartida.
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