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UÉ BUENO ES TENER "MALA MEMORIA".
LO MALO SE OLVIDA,
LO BUENO SE CELEBRA.
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CUÁNTAS VECES HEMOS OÍDO esta expresión: —Yo perdono, pero no olvido. Mala cosa, pues la persona que no olvida no puede perdonar. Es como si tuviera una herida sin cicatrizar que duele con un pequeño roce y nos recuerda a quien nos la hizo.
El hecho de perdonar conlleva olvidarse del hecho que dio lugar a la afrenta. Hasta que la herida no cicatrice, el dolor estará presente en nuestra vida.
El diccionario dice que el término «rencor» significa "resentimiento, estar dolido con alguien por alguna razón". Ese dolor o resentimiento lleva a la persona rencorosa a la infelicidad y a la hostilidad hacia la persona causante; se ve que el rencor es un mal compañero de viaje.
Me viene a la memoria una actividad que una profesora propuso a sus alumnos para demostrarles lo malo que era el rencor: —Mañana en casa vais a pensar detenidamente en vuestros compañeros, y quiero que metáis una patata en una bolsa por cada uno hacia los que sintáis rencor. A la mañana siguiente todos los alumnos se presentaron en la clase con su bolsa y sus correspondientes patatas. Muy bien —les comentó la profesora—, a partir de ahora esa bolsa os acompañará en todo lo que hagáis. Al poco tiempo lo que parecía un juego divertido comenzó a ser molesto, pues las patatas comenzaron a pudrirse y el mal olor se hizo presente. Ante esta situación, la profesora aprovecho para explicarles a sus alumnos que eso era lo que ocurría en el corazón del hombre, cuando no se perdona y se llevan los rencores a cuesta.
De ahí la importancia de la "mala memoria"; uno no puede ir por la vida cargado con su saco de "patatas".
