Educar. Arte, ciencia y paciencia.

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miércoles, 29 de mayo de 2013

EL JARRÓN


En uno de esos días en los que hay zafarrancho de limpieza y a uno le sobran la mitad de las cosas que se han ido acumulando con el tiempo, aparece Rocio con un jarrón en la mano.
-Y este jarrón lo tiro, que ya tiene muchos años.
-Pero mujer, si te lo regalé cuando éramos novios…
-Sí, sí, pero ya tiene muchos años…
-Pero más años tengo yo y no me has tirado.
-Pues no creas, que a veces me entran ganas…
Ante la respuesta cojo el jarrón y mirándolo fijamente pienso: lo siento, pero esta vez te ha tocado a ti.

viernes, 24 de mayo de 2013

MATRIMONIO SIN PROBLEMAS: YO NO LO CONOZCO. ¿Y TÚ?


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ATRIMONIO SIN PROBLEMAS: YO NO LO CONOZCO.

¿Y TÚ?

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LOS PROBLEMAS ESTÁN ASOCIADOS a la condición humana. La felicidad absoluta aquí abajo no existe: siempre —a la larga o a la corta— aparecen nubarrones en el horizonte que ensombrecen nuestras vidas.

            A veces, estos problemas se derivan de situaciones externas, de modo que la solución no está al alcance de nuestras manos, y tendremos que "aguantar el temporal": una enfermedad, una situación laboral no deseada y tantas otras situaciones que se pueden presentar en cualquier momento de nuestra vida.

            Pero en otras ocasiones son consecuencia de nuestra forma de ser, de nuestro carácter, de nuestro estado anímico o de las circunstancias que afectan a nuestras relaciones personales. La solución de estos últimos problemas puede estar en nuestras manos si luchamos por evitar las situaciones que dan lugar a enfrentamientos y a discusiones tontas.

            No hay que perder la paz en estas tesituras, pues sabemos que «después de la tempestad, siempre viene la calma». Y como dice el saber popular, «no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista».


sábado, 18 de mayo de 2013

SUSPENSO


SUSPENSO

Los que vuelven a casa tan cansados, tan cansados, que no llegan a la cama porque se tiran en el sofá. POR FLOJOS.

domingo, 12 de mayo de 2013

LA CALDERA HAY QUE ALIMENTARLA



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A CALDERA HAY QUE ALIMEN­TARLA: TENEMOS QUE SER ETERNOS NOVIOS, SORPREN­DERNOS CON DETALLES: LLAMA­DAS TELEFÓNICAS, FLORES, SALI­DAS, PLANES DIFERENTES, ETC. COSAS EN COMÚN.

CUÁNTO SE AGRADECEN LOS
PEQUEÑOS DETALLES:
DESPUÉS DE TANTOS AÑOS, ¿DE VERDAD QUE NO SABES
LO QUE LE GUSTA?

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TODOS TENEMOS LA EXPERIENCIA de haber hecho una hoguera en el campo o encendido una buena chimenea: se amontona la leña sobre hojarascas y en cuestión de minutos las llamas lo envuelven todo. Al poco tiempo, esas llamas abrasadoras dejan paso a un calor menos intenso pero más continuo que son las brasas en las que se convierten los troncos que se resisten a ser engullidos por el fuego. Poco a poco, esa madera que parece defenderse con el chisporreteo, queda convertida en ceniza.

            Utilizando el símil de la hoguera, cuando nos casamos todo es pasión, las llamas de nuestro amor prenden en todo lo que tocamos. El tiempo va poniendo las cosas en su sitio y las llamas se convierten en brasas que son más agradables y estables. Pero ni que decir tiene que si no añadimos leña a esa hoguera, pronto a nuestra alrededor habrá  frialdad e indiferencia.

            ¿Y cual es esa "leña" que hará que el rescoldo de nuestro amor se mantenga hasta que la muerte nos separe? Los pequeños detalles son los que mantienen la temperatura del amor: una mirada, una sonrisa, una palabra de afecto, un gesto de delicadeza, una entrega sin condiciones, un saber callar ante una palabra desafortunada, un estar disponible…  En definitiva: después de tantos años, ¿de verdad que no sabes lo que le agrada?

miércoles, 8 de mayo de 2013

QUE TE MANDEN


A veces a uno le molesta que tu esposa te mande  a hacer alguna cosa, pero lo que realmente fastidia es que además te diga cómo lo tienes que hacer.

viernes, 3 de mayo de 2013

HE DEJADO DE QUERERTE.



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AS CASAS NO SE CAEN DE GOLPE. ES LA DEJADEZ DE LOS INQUILINOS LA QUE LAS ARRUINAN: ESAS GOTERAS, ESAS HUMEDADES…

CUIDAR LOS PEQUEÑOS DETALLES DE CADA DÍA.

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SI NOS MIRÁSEMOS AL ESPEJO una vez al año, nos daríamos cuenta de los cambios que se van produciendo en la imagen que se refleja. Afortunadamente nos vemos todos los días y esos cambios los vamos asimilando poco a poco, casi sin darnos cuenta.

            Las variaciones en nuestro aspecto externo son irreversibles y propias de la naturaleza humana. Pero nuestro matrimonio puede ser invadido por la desidia si abandonamos los detalles que hacen que las relaciones se mantengan llenas de cariño. Sin esas muestras cotidianas y sinceras de afecto la apatía y la desgana serán una constante en nuestras relaciones.

            La expresión "he dejado de quererte" viene precedida por la dejadez reiterada que da lugar a la ruina de nuestro "edificio familiar". Es un proceso:  si sólo pienso en mí, no tendré tiempo para los demás; ese "ya no te quiero" está lleno de pequeños egoísmos: no me conviene; de pequeños caprichos: esto es lo que me gusta; de pequeñas comodidades: no tengo ganas.

            Por lo tanto sería conveniente que al igual que las ordenanzas municipales obligan a los propietarios de los edificios a que periódicamente pasen una inspección técnica para corregir las deficiencias y evitar una desgracia, tendríamos que mirarnos todos los días en el "espejo" de nuestra conciencia para ver cómo van los pequeños detalles que hacen amable la convivencia, evitando que esa "vivienda" que con tanta ilusión pusimos un día en píe, no se arruine por la dejadez de  los inquilinos.

            Si esto llegase a ocurrir, nos tendríamos que mirar en el espejo donde seguramente descubriríamos una imagen irreconocible.